viernes, 29 de noviembre de 2013

TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS GRAVES EN LA PRÁCTICA DEL ESQUÍ (Severe Traumatic Cranial Injuries in the Practice of Ski:: CT Findings) by luis mazas artasona. Noviembre 2013.

La cabeza de algunos seres humanos es más dura que las piedras pero cuando se practican algunos deportes de riesgo es conveniente protegerla con un casco apropiado. Los motoristas o los ciclistas  los llevan por imposicición de la ley. Todavía no son obligatorios para los esquiadores, pero es prudente llevarlos porque si ocurre un despiste y el esquiador se sale de la pista o se aventura a deslizarse por lugares no preparados, puede sufrir un accidente y si se golpea con alguna piedra, el cráneo resulta más frágil que la cáscara de un huevo. 

Un golpe de tal magnitud, a la velocidad que descienden los esquiadores, puede causar la muerte de inmediato. La gravedad del accidente se puede minimizar, y con ello salvar la vida, si se lleva el reglamentario casco de seguridad.

Hoy ha comenzado la temporada de esquí en las estaciones de Aragón, así que ya se puede practicar este deporte, pero bien protegidos con espalderas y casco. Es por egoismo, ¡ no queremos tener más trabajo ! 

                                                 Un esquiador bien protegido

jueves, 21 de noviembre de 2013

CÓMO EVITAR EL ERROR DE VOLUMEN PARCIAL EN TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA (How to Avoid the Partial Volume Effect in Computed Tomography) by luis mazas artasona. Noviembre 2013.

La medida del Coeficiente de Atenuación en Tomografía Computarizada es un recurso diagnóstico que resulta de gran ayuda en algunos casos concretos. Se utiliza menos de lo que debiera, porque los modernos aparatos de Tomografía Computarizada proporcionan imágenes muy concluyentes que plantean pocas dudas diagnósticas. Sin embargo en Neurorradiología es una herramienta válida que ayuda a solventar algunas vacilaciones diagnósticas. 

Quizá la más frecuente surge cuando nos encontramos una pequeña imagen hiperdensa (blanca), en el parénquima encefálico, que plantea diagnóstico diferencial entre un depósito de calcificaciones o un pequeño foco hemorrágico. Parece una duda poco importante, pero puede tener una repercusión vital si se confunde una pequeña hemorragia con un depósito de sales de calcio. En la solución de este dilema  puede ayudar la medida del coeficiente de atenuación porque sabemos que una hemorragia cerebral no supera las 75 UH y las calcificaciones las rebasa con creces. Ahora bien, ya hemos mencionado en la entrada anterior que la medida de dicho coeficiente puede ser errónea y que para evitar el error de Volumen Parcial, hay que hacer cortes lo más finos como sea posible. En las siguientes imágenes presentamos un caso demostrativo. 

 FIGURA 1) Paciente al que se le realiza una TC craneoencefálica porque había sufrido un accidente de tráfico con perdida transitoria de la consciencia. En la imagen, obtenida con un grosor de corte de 5 milímetros se aprecia un pequeño cúmulo hiperdenso. Parecen depósitos de calcio, pero con el antecedente de traumatismo craneoencefálico, surgen las vacilaciones. Mediremos el coeficiente de atenuación para salir de dudas (Figura 2).

domingo, 17 de noviembre de 2013

EFECTO DE VOLUMEN PARCIAL EN TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA (Partial Volume Effect In Computed Tomography Images) by luis mazas artasona. Noviembre 2013.

Se conoce como "Efecto de Volumen Parcial" a un error en el cálculo de los coeficientes de atenuación de dos o más elementos muy pequeños que producen una atenuación de los rayos X de manera muy dispar (calcificaciones y parénquima cerebral) y se localizan en el mismo vóxel. En estos casos el sistema informático del Escáner de rayos X hace un promedio de los valores de atenuación de todos los componentes que se encuentran en dicho vóxel, porque no es capaz de calcularlos de manera individual. Así, el resultado se obtiene como si todo el contenido del vóxel fuera un tejido homogéneo. 

Eso se traduce en es una pérdida de nitidez de dichos elementos, un contraste que no refleja, en la escala de grises, la verdadera composición de esa pequeña estructura y un error en la medida del coeficiente de atenuación, circunstancia ésta última que puede conducir a un diagnóstico equivocado. El Efecto de Volumen Parcial es más erróneo cuando se programan cortes gruesos de 5 a 8 milímetros y disminuye con cortes finos. 

Es muy frecuente que se produzca este fenómeno cuando se realiza un plano de TAC, casi tangencial, sobre una estructura anatómica determinada, por ejemplo los ventrículos. En la Figura 1 se aprecian dos pequeños círculos, hipodensos, en los centros semiovales. Un observador experimentado sabría que dichas imágenes corresponden a la porción más cefálica de los ventrículos. Pero por efecto de volumen parcial el sistema informático no los ha representado en negro, como sería de esperar para el Líquido Cefalorraquídeo (primer error). Y si hubiéramos medido el coeficiente de atenuación también hubiesen resultado unas cifras engañosas, de (12 a 16 UH), más propias de los infartos que del líquido. Ese es el segundo error de Volumen Parcial.

FIGURA1) En la imagen de TC, parece como si dos pequeños ojos oscuros estuvieran contemplándonos. Corresponden a la porción superior de los ventrículos laterales que debieran haber sido representados en negro. Si midiésemos la densidad, las cifras también serían más elevadas que las del líquido cefalorraquídeo. Primer error por Efecto de Volumen Parcial.

viernes, 8 de noviembre de 2013

IMPRESORAS 3D PARA FABRICACIÓN DE CRANIOPLASTIAS ARTIFICIALES. APORTACIÓN DE LA TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA (Cranial Stereolitography aided by Computed Tomography) by luis mazas artasona. Noviembre 2013.

En los albores del siglo XXI años se ha consolidado una técnica industrial, que se basa en la reconstrucción, con resinas sintéticas, de modelos físicos cotidianos, utilizando impresoras 3D. Con este procedimiento es posible reproducir, de manera rápida y en serie, elementos arquitectónicos, piezas mecánicas de recambio, ornamentos, bancos, estatuas, y cualquier cosa que podamos imaginar, siempre que se cuente con las impresoras adecuadas (www.exovite.com).

La Medicina es la que más se ha beneficiado de esta novedad tecnológica y es en esta rama de la Ciencia donde las aplicaciones de la impresión 3D están siendo más demandadas. Por ejemplo, en ORL la mayoría de los audífonos que se utilizan actualmente ya se fabrican mediante impresoras 3D. 

También en odontología y cirugía maxilofacial es muy solicitada esta técnica para elaborar modelos físicos de la dentadura de una persona o incluso para la sustitución de la mandíbula entera, cuando ha sido destruida por un tumor invasivo o un traumatismo craneo-facial grave. Orejas, ojos y narices biónicas que reproducen, de manera fidedigna, a las originales, son otra de las indicaciones de la impresión en 3D.

En traumatología y ortopedia se utilizan impresoras 3D industriales para reconstruir cualquier hueso del esqueleto y sustituir al original. Las tradicionales férulas de escayola también están siendo sustituidas por otras sintéticas, más funcionales, que se adaptan perfectamente a la extremidad lesionada.

La reconstrucción en 3D también es muy demandada en la vertiente comercial de la Obstetricia. Las madres gestantes ya no se conforman con contemplar un vídeo de su hijo, en la pantalla de un ecógrafo 4D. Con la impresión en 3D ya pueden tener y tocar una pequeña reconstrucción del feto adulto, en PoliMetilMetacrilato, con la misma resolución que si de una muñeca se tratase. 

En el campo de los trasplantes, se está trabajando en la reconstrucción 3D de cualquier órgano del cuerpo humano, como el riñón, el corazón o el hígado, aunque los resultados, en este campo se harán esperar, por la mayor complejidad de estos órganos, comparados con los huesos.

En Neurorradiología y Neurocirugía también se recurre a las impresoras 3D con mucha frecuencia, para crear modelos físicos de los huesos del cráneo que serán utilizados por los neurocirujanos para sustituir los originales destruidos por un tumor o un traumatismo. 

En la mayoría de los procedimientos quirúrgicos craneofaciales el hueso del cráneo que se extirpa en una craniectomía se guarda en el Banco de Huesos para implantarlo al cabo de un tiempo, cuando el proceso ya se ha curado (extirpación de un tumor cerebral, cranioplastias descompresivas, o traumatismos craneales) (Figura 1). 

FIGURA 1) Tomografia Computarizada. Reconstrucción Volume Rendering. Aquí se ha utilizado el propio hueso del paciente como cranioplastia.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

HEMANGIOMAS CAVERNOSOS VERTEBRALES: HALLAZGOS EN TRM (Vertebral Cavernous Hemangiomas: MRI Findings) by luis mazas artasona. Noviembre 2013.

El hemangioma óseo es la neoplasia benigna más frecuente de los cuerpos vertebrales. Su frecuencia oscila entre el 10-15 por ciento de los pacientes, aunque el incremento numérico de las exploraciones de la columna vertebral mediante Tomografía por Resonancia Magnética (TRM) elevaría notablemente el porcentaje. Y es que su observación es casi rutinaria en la práctica diaria, porque la TRM es una modalidad de diagnóstico muy sensible. 

Hay que tener en cuenta que la mayoría de los hemangiomas se descubren como un hallazgo fortuito, en el transcurso de una exploración de la columna, porque no producen sintomatología clínica. Los hay pequeños, como un guisante o una perla, otros son más grandes y algunos suelen extenderse por la totalidad del cuerpo vertebral. Pueden ser solitarios o múltiples y en este caso, es posible encontrarlos en todas las vértebras, especialmente en las lumbares, donde son más habituales.

El aspecto que presentan en las imágenes de TRM es muy variado, porque depende de su composición histológica y, por ese motivo, hay que pensar que nunca vamos a encontrar un patrón repetitivo que permita identificarlos a todos con claridad. Sin embargo, a pesar de la variedad de tipos que se encuentran, resulta fácil distinguirlos de otro tipo de tumores óseos o de las metástasis. 

De una manera esquemática, un hemangioma óseo típico está formado por un estroma vascular de paredes finas con dilataciones cavernosas, un estroma adiposo y ambos diseminados, en distintas proporciones,por el hueso esponjoso de la vertebra cuyas trabéculas han sido sustituidas, por tabiques óseos longitudinales gruesos e irregulares. En las siguientes imágenes se presenta el aspecto de un hemangioma típico.

FIGURA 1) Representación pictórica figurada de la composición histológica de un hemangioma vertebral. En la imagen se destacan los tres componentes básicos: tejido adiposo, estroma vascular y tabiques gruesos longitudinales, característicos de este tipo de neoplasias benignas.