Cualquier proceso patológico que afecta al esqueleto también puede localizarse en el cráneo, aunque la incidencia aquí sea bastante menor que en el resto de los huesos. Por eso cuando alguien consulta al médico porque ha notado un "bulto" en la cabeza, las opciones diagnósticas son múltiples y variadas. Las modalidades de diagnóstico como la TC y la IRM desempeñan un papel fundamental en el estudio de este tipo de lesiones.
El quiste óseo aneurismático es una alternativa a tener en cuenta en estos casos, a pesar de su rareza. Este tipo de lesión ósea no es considerada una neoplasia porque no se produce por neoformación celular. Su etiología es desconocida aunque en algunos casos pudiera estar asociado con traumatismos previos o hemorragias espontáneas en el hueso esponjoso del díploe.
Atendiendo a su composición histológica, el quiste óseo aneurismático es una formacion quística, multicameral, formadas por cavidades rellenas de productos derivados de la sangre y detritus celulares. El quiste está rodeado por una seudocápsula fibrosa y en su interior hay septos, también fibrosos, que producen un tabicamiento de la lesión. A diferencia de los hemangiomas cavernosos, con los que pudiera confundirse, las cavidades de los quistes óseos aneurismáticos no están tapizadas de endotelio.
En las imágenes de Tomografía Computarizada se manifiesta como una lesión osteolítica que expande el hueso del díploe, de manera fusiforme, desplazando las tablas externa e interna. La cortical ósea puede estar preservada aunque reducida a una fina lámina de hueso. En el interior se observan delgados tabique óseos que delimitan las paredes de las cavidades.
Las citadas cavidades que forman el quiste se aprecian muy bien en los estudios de IRM. Aparecen brillantes en todas las potenciaciones. En las imágenes potenciadas en T1 pueden observarse pequeños focos intensos que corresponde a metahemoglobina. En la potenciacion en T2, es bastante característica aunque no patognomónica, la presencia de niveles fluidos en el interior de los quistes. La parte superior, intensa, que forma el nivel corresponde a metahemoglobina y la inferior, oscura, estaría ocupada por los elementos formes de la sangre y restos celulares. Un detalle importante, en este tipo de quistes, es que la cápsula fibrosa y los septos se realzan intensamente después de administrar contraste, cosa que no sucede con los hemangiomas cavernosos intraóseos.
En resumen las características más importantes que pueden hacer pensar en un quiste óseo aneurismático son las siguientes:
1) Lesión expansiva intradiplóica, con tabiques óseos y cortical muy fina, en la TC.
2) Niveles intraquísticos, en las imágenes de IRM potenciadas en T2, y realce de la cortical y de los septos, cuando se administra contraste (Figura 1)
FIGURA 1) Representación figurada de un quiste óseo aneurismático, multilocular, con sus tabiques fibrosos y los niveles dentro de las cavidades del quiste.
Key Words: Cranial Aneurysmal Bone Cyst. Intradiploic aneurysmal bone cyst CT. MRI.
FIGURA 2) En la radiografía simple se aprecia una lesión radiolucente, contorneada por una cortical muy fina. Tiene un aspecto insuflante, poco agresivo.
FIGURA 3) En proyección transorbitaria bilateral se aprecia nítidamente la lesión con un contorno bien delimitado. Se podría excluir el hemangioma cavernoso puesto que no se aprecian las características trabéculas óseas, radiales, en su centro. Muy bien delimitada para ser una metástasis osteolítica. Las posibilidades diagnósticas se amplían.
FIGURA 4) En Tomografía Computarizada la lesión tiene un aspecto cistoideo, insuflante, pero que no destruye la cortical como los tumores malignos.
FIGURA 5) En este corte más cefálico se corrobora el aspecto cistoideo, multilacunar del quiste. En su seno se aprecian delgados tabiques óseos que parecen delimitar quistes.
FIGURA 6) Imagen FSE-T1. Lesión muy circunscrita, intradiplóica, que hace prominencia en la región frontal, delimitada nítidamente por la galea. Es isointensa con el parénquima cerebral. En su interior se aprecia un punto hiperintenso que pudiera corresponder a restos de sangre. ¿Un quiste con sangre? Quizá podría confundirse con un quiste epidermoide.
FIGURA 8) Imagen FSE-T2. Parece un quiste multilocular y en algunas cavidades se aprecia una media luna intensa en la porción superior. Estos focos brillantes están producidos por metahemoglobina. Podría ser un quiste óseo aneurismático.
FIGURA 9) Imagen FSE-DP. Quiste multilocular, hiperintenso por la elevada concentración de proteínas procedentes de la sangre.
FIGURA 10) Imagen FLAIR-T2.
FIGURA 11) Imagen FRFSE-T2 donde se aprecia el ensanchamiento del díploe y el aspecto afilado de los extremos del hueso.
FIGURA 12) Imagen SPGR-T1 con Gd. Los tabiques fibrosos que delimitan las cavidades del quiste óseo aneurismático se realzan intensamente con contraste, característica que ayuda a distinguirlo de los hemangiomas cavernosos multiloculados.
FIGURA 13) Control postquirúrgico. Resección completa del quiste.
BIBLIOGRAFÍA:
1) Cranial aneurysmal bone cyst: a diagnostic problem. With a review of the literature.Childs Nerv Syst. 2001 Apr; 17(4-5):297-301.
2) Frontal aneurysmal bone cyst. A case report and review of the literature. Rev Neurol. 2011 Mar 16; 52(6):349-54.
2) Frontal aneurysmal bone cyst. A case report and review of the literature. Rev Neurol. 2011 Mar 16; 52(6):349-54.
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