Dentro de la cavidad craneal, el encéfalo está protegido por varias membranas meníngeas que delimitan espacios virtuales: epidural, subdural y subaracnoideo. Esta disposición anatómica tan sencilla, es determinante en la diseminación de algunas infecciones (meningitis) o de las hemorragias intracraneales. Las modalidades de Neuroimagen como la Tomografía Computarizada y la Tomografía por Resonancia Magnética desempeñan un papel insustituible en el diagnóstico de los procesos patológicos que se localizan en estos espacios.
Menos conocidos son los compartimentos anatómicos extracraneales, delimitados por las capas de tejidos blandos que rodean externamente al cráneo. Las imágenes de Tomografía Computarizada y las de Tomografía por Resonancia Magnética también ayudan a explorar y conocer estos espacios virtuales descritos por los anatomistas y contribuyen como nadie al diagnóstico de los procesos patológico que en ellos se localizan. Contemplados desde fuera hacia el interior, distinguimos tres compartimentos o espacios anatómicos (Figura 1).
1) COMPARTIMENTO SUBCUTÁNEO: Formado por una gruesa capa de tejido adiposo, que se distribuye entre la piel y la Gálea Aponeurótica. Los traumatismos superficiales provocan contusiones hemorrágicas que se distribuyen entre la grasa subcutánea y producen un abultamiento rojizo de la piel, conocido popularmente como "Chichón".
3) COMPARTIMENTO SUBPERIÓSTICO: Delimitado por la tabla externa del cráneo y el periostio. El Periostio está formado por una membrana fibrosa elástica y muy resistente que se adhiere con firmeza a la superficie de todos los huesos. Sólo en situaciones excepcionales, como sucede depués de un traumatismo craneal, se puede despegar el periostio por la presión que ejerce la sangre procedente de la ruptura brusca de los vasos sanguíneos. La hemorragia que se acumula en este compartimento produce un abultamiento debajo de la piel que que se se observa a simple vista. Esta colección hemorrágica subperióstica se denomina Cefalohematoma.
1) COMPARTIMENTO SUBCUTÁNEO: Formado por una gruesa capa de tejido adiposo, que se distribuye entre la piel y la Gálea Aponeurótica. Los traumatismos superficiales provocan contusiones hemorrágicas que se distribuyen entre la grasa subcutánea y producen un abultamiento rojizo de la piel, conocido popularmente como "Chichón".
2) COMPARTIMENTO SUBGALEAL:
Es un espacio virtual, muy fino, ocupado por tejido celular laxo y
atravesado por numerosas ramas de las venas emisarias. Está delimitado
por el Periostio y la Gálea. La Gálea Aponeurótica o aponeurosis
epicraneana es una membrana fibrosa que recubre la bóveda craneal como
un casco (su nombre deriva del casco que llevaban los soldados romanos
sobre la cabeza). Los cúmulos de sangre que se almacenan en este espacio
se denominan Hematomas Subgaleales.
FIGURA 1) Representación figurada de las distintas capas y compartimentos extracraneales.
FIGURA 2) Imagen Sagital FSE-T1. En ella pueden apreciarse, con bastante nitidez, las distintas capas de tejidos blandos: piel, grasa subcutánea, aponeurosis epicraneal y el periostio que delimitan los tres compartimentos extracraneales.
FIGURA 3) En las imágenes de Tomografía Computarizada se aprecia la gálea aponeurótica, la capa de tejido adiposo subcutáneo y la piel.
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