El mayor problema diagnóstico que plantea el hallazgo de un cuerpo vertebral acuñado, en una radiografía lateral de la columna, radica en determinar si es una lesión reciente o antigua ya consolidada. En las imágenes de radiología simple o de Tomografía Computarizada se suele apreciar perfectamente el aplastamiento vertebral pero, en ocasiones, resulta difícil saber con exactitud cuando se ha producido dicha fractura. Y ese detalle tiene una importancia extraordinaria para decidir el tratamiento adecuado.
La Tomografía por Resonancia Magnética (TRM) es la modalidad de diagnóstico más sensible y específica para evaluar correctamente este tipo de lesiones, porque permite detectar el edema vasogénico que se produce en cualquier traumatismo vertebral agudo. En estos casos es imprescindible realizar una secuencia con técnica de saturación de la grasa: STIR o Fat Sat. Las siguientes imágenes muestran el protocolo diagnóstico utilizado cuando se descubre una fractura vertebral.
La Tomografía por Resonancia Magnética (TRM) es la modalidad de diagnóstico más sensible y específica para evaluar correctamente este tipo de lesiones, porque permite detectar el edema vasogénico que se produce en cualquier traumatismo vertebral agudo. En estos casos es imprescindible realizar una secuencia con técnica de saturación de la grasa: STIR o Fat Sat. Las siguientes imágenes muestran el protocolo diagnóstico utilizado cuando se descubre una fractura vertebral.
FIGURA 1) Representación pictórica figurada de una fractura vertebral aguda. En la parte cefálica del cuerpo vertebral se han producido fracturas trabeculares por aplastamiento del platillo superior. La compresión de la médula roja hematopoyética provoca pequeñas hemorragias y aumenta la permeabilidad capilar. Todo ellos se traduce macroscópicamente por más edema en el hueso esponjoso de la vértebra.
FIGURA 2) Imagen FSE-T1. El edema que difunde por el hueso esponjoso después de un traumatismo vertebral se manifiesta, como todos los líquidos, por un área hipointensa en las imágenes potenciadas en T1.
FIGURA 4) Imagen FSE-T2 con saturación del tejido adiposo, Fat Sat. En esta imagen potenciada en T2 se oscurece toda la grasa de los cuerpos vertebrales y sólo brilla la médula roja y el edema. Con esta técnica se aprecia la zona brillante de la vértebra con más fracturas trabeculares y una estrecha banda, que brilla menos, porque ha permanecido intacta. Fractura aguda por aplastamiento. Además, también se observa un área de hiperseñal en la vértebra inferior que indica la existencia de otro foco contusivo de menor importancia.
Servicio de Radiodiagnóstico (Neurorradiología). Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS) Zaragoza. Spaiñ
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