Los
Neuroestimuladores que se implantan en el cerebro, para mitigar
los trastornos del movimiento que se producen en algunas enfermedades como el
Parkinson o las distonías, contienen elementos metálicos que pueden ser dañados
cuando se someten al efecto de un campo magnético intenso. Por ese motivo, como
sucede con los neuroestimuladores espinales, no se deben realizar
exploraciones de Tomografía por Resonancia Magnética TRM) a las personas que
lleven uno de estos dispositivos médicos en su cuerpo.
MEDTRONIC comercializa neuroestimuladores cerebrales que son compatibles para los aparatos de TRM, pero no todos los modelos disponibles en el mercado que se implantan son seguros. Por ese motivo es imprescindible comprobar el tipo de neuroestimulador que lleva el paciente. Los fabricantes deben de explicarlo en sus prospectos, "MRI SAFE", los cirujanos que los implantan también tienen que reflejarlo en los informes que les entregan a los pacientes y éstos deben llevar dichos informes cuando se presentan en la sala de exploración.
MEDTRONIC comercializa neuroestimuladores cerebrales que son compatibles para los aparatos de TRM, pero no todos los modelos disponibles en el mercado que se implantan son seguros. Por ese motivo es imprescindible comprobar el tipo de neuroestimulador que lleva el paciente. Los fabricantes deben de explicarlo en sus prospectos, "MRI SAFE", los cirujanos que los implantan también tienen que reflejarlo en los informes que les entregan a los pacientes y éstos deben llevar dichos informes cuando se presentan en la sala de exploración.
Los
neuroestimuladores cerebrales son dispositivos terapéuticos que han sido
implantados mediante una compleja intervención quirúrgica. No es fácil alcanzar
un objetivo situado en lo más profundo del cerebro. Una vez que se consigue
colocar la punta de los electrodos en los núcleos subtalámicos de ambos
hemisferios cerebrales, el generador colocado debajo de la piel del tórax manda
impulsos eléctricos que bloquean las conexiones neuronales anómalas responsables
del temblor característico de la enfermedad de Parkinson. Este procedimiento
consigue mitigar los trastornos del movimiento o reducir la dosis de
medicación. Es un procedimiento caro y muy especializado, por eso sería una
torpeza que todo el trabajo realizado se malograse al colocar a esa persona en el campo
magnético del imán de un aparato de TRM.
FIGURA 1) El neuroestimulador está formado por un generador de impulsos que se coloca debajo de la piel del tórax, un cable conductor que se introduce por debajo de la piel del cuello, se bifurca y penetran, en el interior del cráneo a través de dos agujeros de trépano. Desde la bóveda craneal los dos cables atraviesan el parénquima cerebral hasta que los extremon llegan a los núcleos de sustancia gris subtalámicos.