sábado, 30 de abril de 2011

LINEA OCCÍPITO-CILIAR (Occipito-Ciliary Line)(TDM Craneoencephalique: Référence Occipito Ciliaire) by luis mazas artasona. Abril 2011.

Desde hace unos años, hemos sustituido la referencia de la línea meato-orbitaria, en los protocolos de adquisición de Tomografía Computarizada cráneo-encefálica, por la OCCÍPITO-CILIAR (OC) por varios motivos. Primero, porque los puntos de referencia de esta última son más evidentes. Segundo, porque cuando se va a explorar a un paciente que ha sufrido un "ictus" no interesa para nada lo que pueda haber en las órbitas o en los senos paranasales, que siempre aparecen en las primeras imágenes de una TC de la base craneal. Y en tercer lugar, pero no menos importante, cuando se examina una cabeza sobre la base de la línea Occípito-Ciliar es necesario efectuar menos cortes porque se acorta la distancia entre la base y el "vertex" craneales y, por eso, disminuye la dosis de radiación absorbida por el paciente.

 Los puntos de referencia, que se aprecian perfectamente en el topograma lateral de cráneo, (Figura 1) y sirven para trazar la línea Occípito-Ciliar son los siguientes:

1) Superficie interna de la base del hueso occipital (OCC).
2) Reborde ciliar (CIL).

FIGURA 1): Puntos de referencia de la línea clásica OM y de la Occípito Ciliar.

LÍNEA MEATO-ORBITARIA (Orbitomeatal Line) by luis mazas artasona. Abril 2011.

La Línea Orbitomeatal (Orbitomeatal line) o Meato-Orbitaria es una referencia clásica de centrado para realizar una adquisición secuencial, cráneo-encefálica, mediante Tomografía Computarizada. Esta línea se traza sobre la radiografía lateral de cráneo (topograma, "scanogram" o "scout view") obtenida con el Escáner. Pasa por el centro del Meato Acústico Externo y el centro de la Órbita. De ahí deriva su nombre. Con esta inclinación se van realizando los demás cortes, en sentido caudo-craneal.


FIGURA 1) En la imagen lateral del topograma se aprecia con dificultad el meato acústico externo por lo que, a veces, el centrado se hace aproximadamente, al fallar la localización precisa de una de las referencias que sirven para trazar la línea Meato-Orbitaria.

miércoles, 27 de abril de 2011

SEGURIDAD EN TRM. NIVEL DE HELIO. PRESIÓN (MRI SAFETY) (Level of liquid Helium) (PSI) by luis mazas artasona. Abril 2014.

Los aparatos de Tomografía por Resonancia Magnética de alto campo, cuya intensidad oscila entre 1, 1´5 y 3 Tesla, requieren una vigilancia especial por parte de los Técnicos encargados de su manejo. Los imanes de estos modelos son superconductores, propiedad que adquieren porque la bobina, que suele ser de diseño cilíndrico, está envuelta por un recipiente de Helio líquido que se mantiene a una temperatura constante de -269 grados centígrados.

El Helio enfría el alambre de, niobio-titanio, enrollado que constituye el solenoide de la bobina. De esta forma, dicho alambre no ofrece resistencia al paso de la corriente eléctrica porque se ha transformado en superconductor gracias al efecto refrigerante del Helio (fenómeno de superconductividad inducida por criógenos).

En los imanes resistivos hay que enfriar la bobina del imán con agua corriente porque siempre se calienta, en cambio, en los superconductores el efecto es contrario, al enfriar la bobina se convierte en superconductora y no se calienta nunca, si el nivel de Helio se mantiene constante. Y como una corriente eléctrica genera un campo magnético cuando circula por un alambre conductor, este fenómeno físico es el que induce el intenso campo magnético del electroimán del aparato.




Key Words: PSI

miércoles, 13 de abril de 2011

¿CÓMO DEBIÉRAMOS LLAMAR AL DESCUBRIMIENTO DE HOUNSFIELD? ¿CAT? or ¿CT) by luis mazas artasona. Abril 2011.

Tampoco hubo acuerdo entre los profesionales sanitarios para designar a la nueva modalidad de Diagnóstico por Imagen desarrollada por Hounsfield. ¡Buenos somos¡. Hoy en día, aún se utilizan términos distintos, dependiendo de la nomenclatura adoptada y difundida por las dos comunidades científicas que más contribuyeron a su propagación: la anglosajona y la francesa.

La primera definición, elegida por su inventor para darla a conocer, fue “COMPUTERIZED TRANSVERSE AXIAL SCANNNING”. Posteriormente surgió en la literatura anglosajona la denominación de Computerized Assisted Tomography, o Computerized Axial Tomography, popularizada por su acrónimo CAT. El término axial se introdujo porque en los primeros equipos sólo se podían obtener cortes sobre el eje axial (o transversal), a la manera como se corta un salchichón en rodajas, pero a medida que los aparatos se perfeccionaban también fue posible conseguir imágenes de la cabeza en proyección coronal e incluso sagital. Por este motivo, las tendencias más puristas sustituyeron los términos CAT o TAC, que se referían exclusivamente a los exámenes realizados con una orientación axial, por el genérico Computerized Tomography (CT) o TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA (TC) que incluía no sólo los cortes axiales sino cualquier otra proyección posible.

Sin embargo estas expresiones tampoco fueron universalmente aceptadas, a pesar de su lógica, y en algunos países como en España, se utilizó el nombre del aparato para referirse a la exploración, algo realmente incorrecto bajo un enfoque semántico. Esta denominación cuajó en nuestro país de tal forma que, actualmente, todavía muchos médicos siguen solicitando un “scanner” a sus pacientes y éstos comentan al Técnico que los recibe que vienen a hacerse un “scanner”.

En Francia y en los países francófonos se decantaron, desde el principio, por una nomenclatura totalmente distinta. Ellos utilizan, no sin cierta razón, el término “TOMODENSITOMETRÍA” (TDM) porque las imágenes tomográficas que se obtienen reflejan las distintas densidades existentes entre los tejidos biológicos del cuerpo humano. Pero este apelativo, puede prestarse a confusión con el de Densitometría Ósea, una modalidad radiológica muy común, utilizada para evaluar el contenido mineral de los huesos, totalmente distinta a la Tomografía Computarizada.

No obstante, en los últimos tiempos se observa, en nuestro país, una corriente de unificación de criterios, avalada por la Real Academia de la Lengua (RAE). Ésta acepta como válida la palabra Escáner con el plural Escáneres. Respecto al otro término, “Computerized”, también hay numerosas traducciones al español: Computada, Computerizada, Computarizada y Computadorizada. El diccionario de la RAE recoge salomónicamente como válidas las dos últimas, aunque aconseja el uso de Computarizada. En Argentina y en otros países latinoamericanos prefieren el término Computada.

Siguiendo la recomendación de la Real Academia Española de la Lengua, el nombre más adecuado para hacer referencia al aparato, en nuestro idioma, sería el de ESCÁNER, con tilde en la Á, y el de TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA para mencionar la exploración. Al hablar de los aparatos en plural, aunque por la falta de costumbre pueda sonar algo raro, debiéramos decir ESCÁNERES, porque es la forma como se construye el plural en español, y no “Escáners” que sería un anglicismo.

Uno de los errores más flagrantes, además del consabido “vamos a hacer un escáner” que se utiliza para hacer referencia a la exploración, es utilizar el masculino “me han hecho un TAC” cuando en este caso sí que no hay duda y por ello se debe decir, siempre, una TAC, es decir una Tomografía Axial Computarizada. Respecto al acrónimo más adecuado, TAC o TC, no tiene mucha importancia, pues los dos son correctos. TAC recobra su hegemonía original porque con los nuevos modelos helicoidales multicorte todas las adquisiciones se realizan sobre el eje axial (cráneo-caudal). Las imágenes que se reconstruyen en otras proyecciones distintas no dependen del Escáner de Rayos sino del sistema informático.

En los últimos tiempos hay una tendencia contagiosa difundida por los propios Radiólogos y Técnicos, cuyo germen se encuentra en la traducción literal del inglés "machine", de llamar a los aparatos de Tomografía Computarizada o Tomografía por Resonancia Magnética, máquinas. No es una denominación muy afortunada, ni parece el nombre idóneo para bautizar, al menos en español, a los ingenios más sofisticados de cuantos se utilizan actualmente en el Diagnóstico en Medicina y quizá de los más importantes de la Historia Científica de la Humanidad, porque se utilizan para lograr el bienestar de las personas y prolongar su vida, mejorando su salud. En nuestro idioma, a nadie se le ocurriría decir que ha comprado una máquina de televisión, en lugar de un aparato de televisión. De cualquier forma, los nombres no deben ser motivo de controversia. Que cada cual utilice los que crea más adecuados, siempre que no se presten a errores.

Estas divagaciones surgidas del baúl, no pretenden convencer a nadie. Sólo son eso, meras divagaciones. Cada cual es libre de nombrar las cosas como considere conveniente.

BIBLIOGRAFÍA

1. Cormack AM. Representation of a funtion by its line integrals, with some radiological applications. J. Appl. Phys. 35, 2908-2913, 1964.

2. Hounsfield GN. A Method of an Apparatus for examination of a body part by radiation such as X-Ray or Gamma Radiation. Britist Patent 1283915, 1972.

3. Hounsfield GN. Computerized transverse axial scanning (Tomography). Part I. Description of system. British Journal of Radiology, 46, 1016-1022, 1973.

4. Ambrose J. Computerized transverse axial scanning (Tomography). Part II Clinical application. British J. of Radiology, 46, 1023-1047, 1973.

5. Perry J y Bridges C. Computerized transverse and axial scaning (Tomography). Part III. Radiation dose considerations. Br.J. Radiology, 46, 1048-1051, 1973.

6. Hounsfield GN, Ambrose J y Perry J. Computerized transverse axial scaning. Br.J. Radiology, 46, 1046-1048, 1973.

De ( Fundamentos, Aplicaciones Clínicas y Protocolos de Tomografía Computarizada)

viernes, 1 de abril de 2011

¿CÓMO DEBIÉRAMOS LLAMARLA? ¿RM? ¿IRM? ¿TRM? ¿WHAT IS A MRI? by luis mazas artasona. Abril 2011.

El nombre con el que bautizamos a las cosas no es un asunto importante, pero parece que los que se atreven a hacerlo no siempre aciertan con el vocablo más adecuado. Ejemplos tenemos muchos. Roentgen se llamaba en realidad Röntgen, pero en la literatura anglosajona se deformó el apellido. Accidente cerebrovascular es una manera de definir el ictus ¿no sería más correcto encéfalo-vascular? ¿O acaso sólo se producen infartos en el cerebro? Las pistas de tenis de tierra batida, son realmente de arcilla apisonada pero como en francés se dice "battre", cuando se apelmaza a golpes una cosa, alquien pensó traducirla por la palabra española que más se parecía.

En nuestra especialidad también se han producido "bautismos" poco afortunados de algunas modalidades nuevas. Así, y tal como sucedió en su momento con la Tomografía Computarizada, tampoco se produjo unanimidad a la hora de elegir el nombre que debiera designar al procedimiento diagnóstico desarrollado a partir de la Resonancia Magnética Nuclear. Cuando se implantó comercialmente en la década de los ochenta, fue difundido como Resonancia Magnética Nuclear o Nuclear Magnetic Resonance (NMR), no sin cierta razón, porque el fenómeno físico que constituía la base de esta nueva modalidad de diagnóstico médico, era la Resonancia Magnética emitida por los núcleos atómicos del hidrógeno.

Ahí surgió ya el primer error de concepto al confundir el fenómeno físico con la técnica de Diagnóstico por Imagen derivada de él. Poco tiempo después, al ser incluida, esta modalidad, en los servicios de Radiodiagnóstico, se eliminó el término nuclear alegando que tenía connotaciones peyorativas, porque dicho vocablo podía asociar a la resonancia magnética nuclear con la energía producida en las centrales nucleares o con la derivada de las explosiones atómicas experimentales cuando, por el contrario, la primera se consideraba un fenómeno físico casi inocuo. Por otra parte, buscando una justificación científica para eliminar dicho término, y desde un enfoque purista, tampoco se podía contemplar la resonancia magnética como una característica exclusiva del núcleo atómico, porque también se produce en los electrones. Por tanto, no estaría mal del todo, la supresión del vocablo nuclear.

Con la modificación, la escuela anglosajona se decantó por el genérico Magnetic Resonance Imaging (MRI) o Imagen por Resonancia Magnética que fue bastante aceptado. En cambio la comunidad científica francesa se decidió por el apelativo Imagerie par Résonance Magnétique (IRM). En Hispanoamérica se utilizaron los términos de Resonador Magnético, para nombrar al aparato, y el de Imagenología por Resonancia Magnética para describir a la técnica, nomenclatura bastante acertada aunque muy diferente a la que estaba en vigor. En España se optó por la alternativa más sencilla e incorrecta, como había sucedido, en su día, con la Tomografía Computarizada y se utilizó el nombre del fenómeno físico, Resonancia Magnética, para designar indistintamente al aparato y a la exploración. "Le vamos a realizar una Resonancia Magnética" suena como si le dijeramos a una persona "Le vamos a hacer unos rayos X".

Desde nuestro punto de vista y, puesto que, con los aparatos de resonancia magnética nuclear se obtienen imágenes tomográficas de cualquier estructura del organismo, tal vez lo más adecuado sería utilizar el nombre de TOMÓGRAFO DE RESONANCIA MAGNÉTICA, o Escáner de Resonancia Magnética para designar al aparato y TOMOGRAFÍA POR RESONANCIA MAGNÉTICA (TRM), y Espectroscopia Clínica o “in vivo” por Resonancia Magnética (ERM), cuando nos queramos referir a las exploraciones que se basan en el fenómeno físico de la Resonancia Magnética Nuclear.

 ¿Por qué nos hemos decantado por estos términos y no seguimos la nomenclatura popularizada por los norteamericanos? IRM. Podríamos llamarla Imagen por Resonancia Magnética, pero si queremos ser precisos, es más correcto decir Imagen Tomográfica, porque está claro que las imágenes de IRM no son como las de Radiología Convencional. En cualquier servicio de Radiología, una imagen tomográfica siempre se ha llamado Tomografía, para destacar con este apelativo sus diferencias con las demás.

Cuando aparecieron los primeros aparatos de Tomografía por Resonancia Magnética para uso clínico, el término de Tomografía ya estaba plenamente aceptado en la jerga radiológica y definía a la perfección a las modalidades capaces de adquirir imágenes en cortes, como la Tomografía Lineal Analógica, desarrollada por A. Vallebona a partir de 1930, o la Tomografía Axial Computarizada (TAC) de G Hounsfield, que había surgido en 1972. Tomografía es una palabra compuesta, derivada de las griegas “tomos” que significa corte o sección y “grafía” que se traduce por gráfica. Referida a la técnica que nos atañe significaría: representación gráfica en cortes, obtenidos mediante un escáner de resonancia magnética nuclear.

Según lo anteriormente expuesto nosotros nos decantamos por TOMOGRAFÍA POR RESONANCIA MAGNÉTICA (TRM) y TOMÓGRAFO DE RESONANCIA MANÉTICA por ser los términos que mejor describen a la nueva modalidad de diagnóstico y al aparato con el que se realizan las exploraciones. No obstante, cada cual es libre de utilizar la terminología que crea más adecuada.

De (Por los Senderos de la Resonancia Magnética)